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martes, 12 de octubre de 2010

El Oso

Un oso en su madriguera, salió y contempló la montaña, el eco y el silencio, sólo roto por el viento y un osezno que sólo quería alimento.

La niebla todavía deja traslucir esas verdes praderas y una abeja revolotea alrededor, mientras el osezno busca comida y cuando por fin la devora, se queda dormido entre los matorrales. A lo lejos se oyen voces de personas que admiran esta maravillosa naturaleza y este oso que transita las cumbres de altas montañas que forman una hermosa cordillera, que en invierno acoge la nieve, y en verano, tal vez en verano pueda ver a ese oso que tantas veces soñé que podría abrazar, que dicen que lo vieron corretear, gentes del lugar, gente que hace senderismo, recogiendo ramilletes de té blanco para preparar infusiones calientes y degustadas bajo el calor del hogar que nos acoge, mientras mi oso se resguarda tras el calor de sus oseznos, que tienen los ojos chiquitos, que se despiertan por los finos rayos de luz, que abre sus pupilas a un nuevo amanecer soleado en verano y sombrío en invierno, y me apoderé de ti, preciosa montaña, me apoderé de ti, preciosas cumbres, donde subí acompañada de gentes del lugar a por el preciado té blanco y ver el oso, al que conseguí retratar en mi cuadernillo de pintura. Le veo pescar truchas, caminar entre los ríos, disfrutando las cascadas de ese agua pura, y le miro pensativo, dándome cuenta de lo cariñoso que es ese cálido abrazo del oso a sus oseznos, bañados bajo el agua de lluvia, con sus pupilas dilatadas por la luz, contemplando el arcoiris y mis ojos brillar por tanta belleza.

Yo pude verte aquel día osito tierno, pero tú te escondes todos los días para poder así hacerte dueño de las rocas, del río con truchas, de la hierba tan verde y tan húmeda, y cuanta gente quisiera verte, y ver a tus cachorros, y sus ojos chiquitos, que quieren ver que se esconde tras esa gran montaña y esos bosques, es mi pueblo!,pienso, mientras me arrullo entre el calor de una manta de lana y sueño que junto con tus oseznos, te visito en tu trono lleno de margaritas, dispuesto a fundar familia, a seguir la estirpe que llena éste, mi pueblo.

lunes, 11 de octubre de 2010

El Creador de Historias

Escribe y esboza con su pluma y su tintero en los años 20 y narra historias de esos felices años cuando la música hacía vibrar a la mayoría de la gente que se supone que era feliz. Escribe y esboza con su lápiz de mina de carbón el estudiante al que su profesor le encomendó una redacción de su dia a dia como infante, y en esa redacción escribe que se levantó a desayunar y luego fue a jugar al balón con sus amigos en la caseta del bosque, que con tanta ilusión él y sus amigos construyeron y aún cuando pasaron los años, esa caseta tiene una inscripción en madera con sus nombres para el recuerdo. Cuando el cerebro crea, el bolígrafo obedece, pero el cerebro espera tranquilamente la reacción del lector, que necesita encontrar respuestas a sus dudas y cree que su escritor preferido se las va a dar, puede que sí, o puede que no, pero aveces, nosotros, los lectores, necesitamos encontrar algo, que encontramos cuando no buscamos,o que no encontramos por más hojas que nuestros dedos repasen. El escritor es universal porque sus ideas pueden dar respuestas al hombre contemporáneo o al hombre del futuro, y el lector es y ha sido también universal, porque se hace preguntas y aveces no las encuentra. Recordé encontrar una respuesta en un libro muy antiguo, asi que hoy me digo que la vida no ha cambiado nada, que nuestras dudas son siempre las mismas, y que por muchos inventos que haya, por mucha ciencia o por mucha tecnología, la tierra que nos acoge será siempre la misma a pesar del mucho fluir de ideas y de nuevas tendencias. Hay cosas que no podemos cambiar muy a nuestro pesar.



El Boxeador

Cuando escucho la canción "The Boxer" de Simon y Garfunkel, recuerdo a la gente de hoy, de ayer y de siempre que es, fue y será luchadora, porque hace tiempo alguien me dijo que esta famosa canción hablaba de un boxeador de la vida, que tuvo que luchar mucho por conseguir sus metas y su destino. Me pregunto cuantos boxeadores habrá, que luchan mucho, pero no llegan, o que les cuesta conseguir algo porque su entorno o sus circustancias no se lo permiten. Una persona luchadora sufre mucho y en el momento de sufrir sus lágrimas caen y piensa que en un futuro la vida le irá mejor, que ese momento ya se pasará, y que ese dolor será historia, y entonces eso es lo que le calma y reconforta. Un luchador no es egoísta, mira por su familia más directa y daria la vida por ellos, les anima cuando estan tristes, aún cuando su corazón está roto, y sin embargo mucho amor tiene que dar a los demás.

domingo, 10 de octubre de 2010

Hórreo

Lavando con lagarto, en el río llenaban un jarrón de porcelana para llevarlo al hórreo, donde un chorizo curado al humo, con gran gusto hacian. La paisana llevaba una pañoleta negra y unas madreñas hechas a mano, para no pisar el barro y el agua. Le gusta el olor a humo de su pueblo, de su querida tierrina asturiana, pero unas voces indiscretas le gritaron: está ahora orbayando, y la vieja paisana de las madreñas, con gran salero, en su casa se refugió. Linda es la noche en la que el gato se acurruca a los pies de la paisana en el calor del hogar con la leña a pleno rendimiento, calentando una casita de invierno.

Y soñó

Abrió la ventana y unos aleteos de pájaros le hicieron ver la libertad, volando desmesuradamente hacia la fantasía, escribiendo estos versos hasta que su cuerpo cayó rendido y soñó, soñó y soñó con una nueva frase que añadió a su libro en blanco.

Calisto y Melibea

"Historias de la vieja Celestina", con su bola de cristal y sus uñas moradas, intenta unir a dos personas, sus dedos se agitan al ritmo del "abracadabra", mientras el precioso camafeo se agrieta en las manos de la princesa, esperando, llena de canas, la presencia del amado.

Que a mi me va bien

Las olas mover, las plumas agitar, y la ventana abierta, con los jilgueros cantando esta canción:
"levántate, que hoy ha llegado el dia en el que el sol aparece. Mírame a mi, estoy siempre contento, imitame, que a mi me va bien".

Un frio de agosto

No se complementa el agosto que vive tan frio y triste con el calor del mediodia en que las gentes van a la playa a degustar sus paellas y a refrescar su acalorado dia. No disfruta el calor ni los colores anaranjados porque el frio ya está aqui, lindando en completa compañía con el dulce otoño de los tonos pastel, y llora cada día porque el otoño languidece y decolora este fin de agosto, que aunque hace mucho calor, mi mente solo piensa en que tarde o temprano refrescará y entonces el frio se llevara mis pensamientos de ahora, mis acontecimientos de hace un momento y la felicidad que saboreo en este instante, pero luego recuerdo que la nueva estación nos invita a reflexionar y a pasear por el nuevo camino, que, aunque es el mismo, nos hace elegir y empezar de nuevo, porque el viento no se lleva el calor que vivi ayer, ni los quehaceres del agosto en compañía del mar en calma.

El discurrir de las flores

Y si las flores pensaran y tuvieran un cerebro y decir en voz alta su opinión de las personas, cuando cuidamos y mimamos las plantas verdes y húmedas, en una casa fresca y un agua abundante, en la que la dueña de las flores gusta de aspirar el perfume a lavanda silvestre que observa en cada paseo por su campo, el campo de todos, el campo por el que todos estamos libres y dispuestos a dispersar nuestros pensamientos colmados de indecisión y sin embargo la mezcla de estos perfumes nos hablan y nos demuestran la sencillez de este dia, que es tan sencillo como todos los dias, como los años que se pasan y los perfumes naturales siguen ahí, con la misma naturalidad, y diciéndonos que nada cambia en la naturaleza pero que nosotros discurrimos igual que un rio caudaloso.

savia

Las plantas regadas reverberan y destilan la savia, su fragancia es del bosque y miro al cielo, tomo aire y respiro,y el bosque me mira y acompaña, y los perros fieles se duermen tranquilos, rezagados entre hojas frescas, recién caidas del otoño, que componen un delicioso lecho para dormir al son de los acordes del otoño marrón, en una gratuidad inmensa, en un paraiso frondoso, que llega siempre, todos los años, con la diosa de la eternidad, cuando la tierra gira siempre igual, con los mismos atardeceres, con los mismos colores, pero siempre disntinta la faz de las personas, en un cambio en declive, en un continuo fluir que decia un filósofo griego, y en los confines de la tierra fértil, que se seca, que se riega, y las flores que nacen y son hermosas, paro a beber el agua fresca y un pajarito de vivos colores me susurra un poemario antiguo, con antiguas saetas recitadas por los niños de los pantalones cortos, de los de las plumas para escribir, aquellos de los tirachinas y los cromos de historia y cuerpo humano.

La belleza lánguida

Pintado con colores no se distinguía la belleza, otrora lánguida, transparente, sin efecto aparente, y sin embargo tan bella con los labios sonrosados, llenos de salud.