PentaDrama: PASEO POÉTICO "DE TIERRA Y DE SUEÑOS" EN SEQUEROS

PentaDrama: PASEO POÉTICO "DE TIERRA Y DE SUEÑOS" EN SEQUEROS: "'El Adelanto de Salamanca', en su edición de hoy, recoge la noticia de nuestro Paseo Poético en Sequeros del pasado sábado día 9 de julio...."

En sus ramas

La franqueza de los grandes árboles,
observo como se mueven sus ramas,
inicio el estudio de mis plantas
y veo que ellas me pueden hablar,
pero escondo mis ojos del lobo,
de los malabaristas de la maldad.
No es desierta la naturaleza,
cuando unos árboles milenarios
ilustraron mis álbumes de fotos,
con su fuerte verdor acrecentado
por la lluvia de los cielos que lloran
y quitan su blancura de mármol.

TRIGO DE JUNIO

Somos dos estrellas caminando y el sol ha salido y nos ha visto, camina despacio por la vereda y siembra para la cosecha del año que viene, dale tus besos a tu amada y vístela de flores en el pelo, para que la tarde la guarde y la mime, y no te conformes con una paloma en la ventana, vístela también de flores y haz que sea quien guarde tu casa familiar, vence, amigo sol, vence, invencible y accesible a la guarida del capitán que guardó su cofre con el tesoro recién cogido del charco que cruzó ayer, y no extravíes tus ojos, sino déjalos, déjalos que miren el gran mapa del mundo, donde vienen señalados los lugares visitados por ti, ahora, el sol ilumina ese campo de cereales que está verde, y mañana, recogerás el trigo de junio.

¿DONDE ESTÁ ESA DICHOSA RUECA?

las cortinas encendidas por el ocaso de la tarde en que tejiamos lana para acomodar y arrullar a las lindas criaturas que nacían y que visitábamos cada mañana con una merienda a cambio, con un,gracias niña, gracias por hacernos compañía y unas viejas ruecas medievales llamaron nuestra atención. quisimos echarlas a andar, pero los vecinos no nos hicieron caso y mediante un caramelo, de hilar nos hizo desistir y le pregunté a la abuela,que hilaba con sus agujas tradicionales, que me hizo probar una mantilla especial para la boda del hijo del maestro, que es muy señorito, según dijo, y quiere que todo el mundo vaya de punta en blanco, y de encaje, si es preciso, que intuyo que la novia irá con espectaculares bordados y encajes. Pero...¿Donde está esa rueca que vimos?, ya no me acuerdo en que calle ni en que número pues son tantos los bebés que nacieron estos días por este barrio que cualquiera sabe donde buscar, porque mamá nos da la cesta con el jersey de invierno que abriga mucho y santas pascuas, que la madre se encargue de abrigar al niño y darnos una buena merienda a cambio, que el hambre aprieta, pues, y los hornos estan fríos, pero... y la pastelera... intuyo que a la pastelera se le hace la boca agua con los diseños de nuestra mamá, que dice Don Leandro que va para diseñadora de las buenas, y que modelitos nos hace llevar cada día, que las niñas se quedan embobadas con nuestros abrigos de lana y algunas madres cuchichean a nuestro alrededor y creo que lo que ellas quisieran es adquirir los deseados abrigos que abrigan una barbaridad, porque, mira que hace frío aquí, y nosotras no pasamos frío. Abrígate bien, muchacha y saluda a tu madre de mi parte, y... ah, toma estos pasteles de chocolate y estas almendras garrapiñadas, para que os pongais las botas mientras haceis los abrigos, que mi vecina del segundo va a ser mamá por segunda vez. ¿y la rueca?...¿pero donde está la rueca?, la rueca se la llevó Don Manuel "El anticuario" hasta tierras escocesas.

LA NOSTALGIA DE HOY

Las olas hacían que se agitara el paisaje, que el verde refulgiera, y que los sentidos del viajero se abrieran para coger un pedazo de agua y distribuyera sus sentimientos por la costa, y aunque fuera ciego, jamás podría olvidar la bravura de las olas melancólicas, que con gran tristeza observó que el mar también es rebelde y deja huella en la mirada. Con semblante serio se dió cuenta de su melancolia, pero los años se encargarían de transformar en alegría lo que antes reproducía tristeza. cuan largo un marinero que con su cinta de medir recoge la pesca, y sus pinceles de pintor se encargan de tañir melodías varias mediante las madrugadas silvandole a la luna y desayunando bollos suizos, así pues, termina de mirar el mar el hombre del semblante triste, y se fue, sin más, con su memoria que siente y padece porque el mar está triste, pero el paisaje también cambia, y fluye, y ya no hay tristeza, ahora la marea está baja y el sol del atardecer atestigua la tranquilidad absoluta. Las olas dijeron adiós al viajero, pero les da su cariño, ama a las olas porque por fin pudo entender que la nostalgia es la encargada de fabricar felicidad a partir de un hecho que no pudo ser disfrutado en el ahora, pero sí en el nuevo mañana de la vida.