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domingo, 10 de octubre de 2010

Hórreo

Lavando con lagarto, en el río llenaban un jarrón de porcelana para llevarlo al hórreo, donde un chorizo curado al humo, con gran gusto hacian. La paisana llevaba una pañoleta negra y unas madreñas hechas a mano, para no pisar el barro y el agua. Le gusta el olor a humo de su pueblo, de su querida tierrina asturiana, pero unas voces indiscretas le gritaron: está ahora orbayando, y la vieja paisana de las madreñas, con gran salero, en su casa se refugió. Linda es la noche en la que el gato se acurruca a los pies de la paisana en el calor del hogar con la leña a pleno rendimiento, calentando una casita de invierno.

2 comentarios:

  1. Colmado de imágenes. Me encanta. Veo a la paisana con el gato acurrucado a sus pies, junto al fuego del hogar, las llamas, el chisporroteo en las brasas de los troncos, el olor a lumbre, la mirada fija de ella en la lumbre. ¡Cómo me gusta!

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  2. Muchas gracias Carlos!! me alegro haber transmitido lo que quería, es decir, la visión del típico pueblo asturiano, del frío de invierno, las chimeneas, la lumbre y sobre todo el cariño que siento por esa hermosa tierra en la que creci.

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